CELEBRAN EL CAMPEONATO DE PUMAS

**Gianna1978** Miér Jun 03, 2009 3:41 am

Los aficionados pumas celebran en bares y restaurantes el bicampeonato de su equipo

Los 929 kilómetros que separan a Monterrey de la ciudad de México, quedaron reducidos a nada cuando los aficionados pumas que acudieron a diversos bares vieron estremecerse las redes de Christian Martínez tras el disparo de Francisco Kikín Fonseca.
Y es que el grito de gol por parte de la afición auriazul le dio vida a una urbe que, después de las 19 horas, se paralizó gracias a la final del Apertura 2004.

Los bares, restaurantes y hogares del Distrito Federal, se convirtieron en enormes centros de reunión teñidos de azul y oro, mientras que en las calles, uno que otro automovilista se paseaba con la bandera de los Pumas en su toldo.

La efervescencia auriazul que se ha vivido en los más recientes meses ha hecho que algunos se contagien y festejen como suyo cada triunfo felino.

"Me da gusto el triunfo de los Pumas, porque son un equipo de la capital", dijo el ex taekwondoín Víctor Estrada, quien acudió a un bar de la Zona Rosa a presenciar el duelo de la final.

"Todo lo que tienen se lo deben a Hugo Sánchez, es un ídolo que está en una institución con prestigio nacional y eso ha sido una combinación perfecta".

Los nervios, tensión y sufrimiento, fueron cambiados por júbilo y hasta llanto durante gran parte de la segunda mitad.

Los Goyas y la palabra bicampeón fueron los principales protagonistas en cada mesa que se encontraba frente a un televisor, al tiempo que se empezaban a realizar planes para el festejo posterior en el Ángel de la Independencia.

"Kikín , ya nos diste otro campeonato, pídeme que sea tu esposa y soy capaz hasta de mantenerte", sentenció una entusiasta seguidora universitaria cuando Fonseca fue retirado de la cancha, acto seguido se levantó de su lugar y dio un beso al monitor. "Además de guapo, eres un jugadorazo, lo tienes todo", comentaba con euforia.

El silbatazo final de Armando Archundia desencadenó la fiesta, los abrazos y felicitaciones sólo fueron el inicio de una fiesta que se prolongó durante toda la noche en varios lugares de la capital del país.