DON KIKO UN PADRE ORGULLOSO

**Gianna1978** Sáb Mayo 16, 2009 8:52 am

José Francisco Fonseca tiene un vínculo especial con su hijo FranciscoKikín Fonseca, delantero de los Pumas: Los dos nacieron un martes 2 de octubre alrededor del mediodía.

Comparten el futbol desde hace mucho tiempo, desde que jugaban juntos en León, con su primo y hermano, hasta la época profesional; con la mirada fija en Paco, don Francisco Fonseca agrega que junto a su familia viene cada 15 días para ver jugar a su hijo aunque reconoce una cosa.

"La venida para México se nos hizo dura, sabíamos que la situación en la capital es un poco difícil, pero el medio en el que se ha desenvuelto no es tan peligroso. Ya nos tranquilizamos y lo vemos bien".

A sus 62 años, Don Kiko , como prefiere que lo llamen, ha recibido un regalo muy especial de parte de Paco y en este Día del Padre, quiere seguir con las celebraciones: "Para mí, el campeonato es el mejor regalo que me ha dado. El domingo pasado, cuando terminó la final, me abrazó contento, me dio la playera y la medalla de campeón", comenta orgulloso.

El padre del Kikín , quien asegura que la medalla del Clausura 2004 no es el único regalo que le ha dado aunque sí el más especial: "Cuando jugaba en Primera `A`, me prometió un gol, lo metió y me dio la playera dedicada", La relación padre e hijo que tienen estos dos amantes del futbol, va más allá del terreno de juego, cuando están juntos, juegan como dos niños entre abrazos y las clásicas fuercitas.

"No sólo soy su papá, también su amigo y de mucha confianza, nos hablamos hasta cuestiones personales. Me tiene confianza para platicarme todo como un amigo", agrega.

Es esta confianza la que permite a don Kiko sentarse con su hijo para hacerle entender que como campeón tiene más compromisos y que debe mantener los pies sobre la tierra.

"Lo poco que hemos platicado estos días le he dicho: Ni te crezcas ni mucho menos, esto es pasajero, tienes que aprovecharlo".

Y es que para don José, la humildad y la entrega son los puntos más importantes que quiere ver en Francisco: "Como le digo: ni para atrás, ni para adelante".

En los recuerdos que Don José guarda de la infancia de Paco, está presente la obediencia y el respeto que siempre mostró hacia él y hacia su esposa, Guadalupe Guzmán de Fonseca.

"Era inquieto como todos los niños pero no travieso. Lo recuerdo ubicado y muy apegado a nosotros; es de las personas que piden la bendición", cuenta el orgulloso padre mientras las anécdotas surgen con el brillo de sus ojos.

¿Cuál es el mejor recuerdo de la niñez de Francisco?

Cuando nació su hermana menor, Danira Irasú, él tenía mucha ilusión de que fuera un niño para jugar futbol. Cuando llegamos del hospital y le enseñamos a la niña, preguntaba por su hermanito, pero su mamá le dijo: No Paco, es una niña y él contestó: Yo quería un hermanito para jugar. Apenas creció la niña, Paco la ponía de portero y la hacía llorar con los balonazos.

La puerta se abre en la casa de los Fonseca, es Francisco quien llega ante la mirada de su padre quien viste una playera con la leyenda "Pumas campeón".

Hombre de semblante serio, don José lanza una sonrisa al aire al verse la medalla de campeón en el cuello, da una palmada a su hijo cuando le invita a sentarse. Voltea hacia el goleador al tiempo en que muestra de nueva cuenta el sentimiento y orgullo paternal.

"Los colores de la Universidad le llegan. Toda la gente se le entrega y no tengo palabras para darles las gracias por su cariño".