EL SANTA CLAUS KIKIN

**Gianna1978** Sáb Ago 08, 2009 7:09 am

La tarde del jueves, Francisco “Kikín” Fonseca, entró al área de pediatría del Hospital General Regional; con un disfraz de Santa Claus repartió juguetes, firmó autógrafos y se tomó fotos con los pequeños internados.

José de Jesús Cabrera tuvo una tarde diferente, única y alegre. Por primera vez en varios meses su mamá, Irenia, le vio una sonrisa como hace muchos meses no tenía.

“Cuando lo vio entrar casi se quería parar, pero pues tiene el suero. Estaba bien emocionado, bien risueño. Tenía mucho que no se reía así”, platicó Irenia Cabrera mientras mostraba unas fotos del “Kikín” con un gorro y barbas, junto con su hijo.

El delantero de los Pumas, el que metió el gol del bicampeonato, el que sale en la tele, estaba allí, con ellos, dándoles regalos; abrazando y cargando a niños recién operados, con suero o con cáncer.

“Parecía una fiesta. Hasta ni parecían enfermos. Todo mundo andaba bien emocionado; hasta las enfermeras andaban de voladas ahí con el muchacho”, platicó Lorena Ornelas, mamá de un paciente de 3 años.

Paco Fonseca llegó poco después de la 1 de la tarde acompañado de su familia; se puso el disfraz de Santa en uno de los consultorios y se hizo una gran panza con almohadas y sábanas.

“Pues lo vimos y dijimos: ‘ahí viene, ahí viene’”, recuerda doña Irenia.

Francisco Fonseca entró con más de 4 bolsas llenas de pelotas, carritos, muñecas y videojuegos. “Todos los niños lo querían tocar y querían videojuegos. Así que él se salió y mandó a traer más”, comenta doña Lorena, mamá de Cristian, quien lleva más de 2 meses internado por tener un quiste en el páncreas.

“Me dijo que me portara bien, y yo lo seguí por todos lados”, platicó Cristian, que según su mamá no se despegó del delantero ni un solo momento.

“El niño siempre quiere estar conmigo y ahora ni se acordó de mí. El muchacho se portó muy bien y fue muy emocionante. Mandó a comprar otros 2 veces juguetes para darles a todos, y hasta a los recién nacidos”, platicó Lorena.

La visita de “Kikin” puso de buen humor a los niños y a sus papás. Les dieron ganas de reírse, de estrenar sus juguetes y de aliviarse.