KIKIN PUMA PARA TODA LA VIDA

**Gianna1978** Sáb Mayo 02, 2009 10:17 am

Jueves 17 de junio de 2004

Corre de un lado para otro. Han transcurrido tres días desde que Pumas ganó la final y se hizo campeón y las 24 horas de cada día no son suficientes para Francisco Kikín Fonseca, quien entre invitaciones, entrevistas y visitas al doctor, ha entendido que su vida ha cambiado.
El teléfono no deja de llamar en su casa, pero esto no lo perturba, por el contrario, parece divertirle, al igual que a su familia.

"Apenas me estoy dando cuenta de la magnitud de un campeonato. Es algo increíble y con lo que conseguí, ya quedé marcado para siempre", comenta Fonseca, quien reconoce sentir una gran satisfacción, al ver su nombre escrito en la historia del Club Universidad.

En su rostro todavía se puede ver la sonrisa del inquieto joven alto y flacucho que jugaba en su natal León, a lado de sus hermanos y primos como él mismo narra.

Su felicidad parece eterna: "Ser campeón es una de las más grandes alegrías de mi vida".

Francisco no quiere quedarse con el mérito para él. Reconoce el trabajo de todos sus compañeros de equipo y el apoyo de la afición.

Habla y sonríe, sueña y rememora, mientras que sus padres José Francisco Fonseca y María Guadalupe Guzmán de Fonseca, observan a su retoño con ese tipo de orgullo que sólo puede demostrar quienes nos dieron la vida.

"A mis padres les agradezco por todo el apoyo y amor que dan, los consejos y el cariño que tienen para mí. Siempre han estado conmigo, sin importar si son momentos buenos o momentos difíciles", agrega Fonseca, al tiempo en que parece alejarse por un momento del lugar para mirar hacía el cielo, que también es el fondo de su corazón, donde tiene un lugar reservado para su hermano Héctor Francisco, el original Kikín .

"Tenía el sueño de ser campeón pensando siempre en él, gracias a Dios se dio a dos años de estar aquí en Pumas, creo que llegó en buen momento, porque sé que está feliz donde quiera que esté, pero también sé que si estuviera aquí, a mi lado, estaría celebrando, si no es que él estaría jugando".

Convive con sus padres y hermanos cada 15 días que le toca jugar en la capital. Define a su familia como un grupo unido en el que todos intentan dar lo mejor para mantenerla fuerte.

Los valores que ha aprendido junto con sus hermanos le permiten señalar: "Espero nunca elevarme, aunque es muy difícil decir nunca, porque a veces uno no lo nota o no lo sabe, pero les he encargado a mi familia que si ven algo raro, me jalen las orejas".

Francisco no olvida sus inicios en la escuadra del Pedregal y aunque reconoce que las primeras dos campañas como auriazul fueron un poco difíciles, ahora expresa su gratitud para el equipo que dice, se ha convertido en su segunda casa.

"Me siento como extraído de la cantera y les he dicho que si por mí fuera, me quedaría toda mi carrera aquí y lo sostengo.

"Es un equipo que me ha acogido muy bien, el que me ha dado la mayor satisfacción de mi carrera y por eso, con mucha mayor razón lo quiero".

Esto no queda aquí

A Francisco Fonseca ya no le asusta soñar, porque sabe que con trabajo todo es posible. Manifiesta que no se "dormirá en sus laureles", tras haber conseguido el título con los Pumas.

"Quiero llegar a la selección o jugar en el extranjero, pero sé que tengo que mejorar día a día, si trabajé 110 por ciento para lograr esto con los Pumas pues ahora debo echar 150 por ciento para ser mejor".

Pero Paco sabe que esa decisión no le corresponde tomarla y que depende del entrenador nacional, aunque pone `la garra` en la mesa y apunta: "Es difícil que yo lo diga, trato de demostrar día con día para llamar la atención, pero el encargado es el señor La Volpe. He aprendido a tener mucha paciencia, pero me incluyo, porque tengo ganas de estar ahí